Enseñar el movimiento de la Vida

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No se me ocurre mayor acción que nos exige estar en movimiento que los cambios. Estos se producen por necesidad de las personas ante situaciones en las que quiere participar de ellas con otra perspectiva. El cambio de perspectiva es puro movimiento. Nos pide que seamos conscientes de lo que ya no nos funciona en nuestro ritmo diario, para hacerlo de otra forma.

Podemos aprender a movernos si escuchamos a los conflictos con todos nuestros sentidos. No verlos como los «malos” de nuestras vidas, sino más bien como desavenencias que se han originado por necesidad de crecimiento y oportunidad de aprendizaje.

La educación es el entreno diario que nos permite practicar el movimiento de nuestros actos, de nuestras palabras. Porque también, cambiar de opinión de pensamiento es movernos al son de la innovación y descubrimiento. Tener hoy un pensamiento, y mañana otro diferente o con matices sobre el mismo tema, considero que es darte la oportunidad de aprender que hay tras posibilidades. Permites darte cuenta con el tiempo que tú puedes aspirar a hacerlo de otra manera. Te das la oportunidad de experimentarlo tú, con tu propia vivencia, llena de esperanza, de ilusiones y de intuición.

Educar es más que aprender conceptos, normas de convivencia y “portase bien”. Educar es aprehender diferentes habilidades que te acompañan en toda tu vida y que las podrás emplear cuándo lo necesites. Esto también es movimiento. Es que la educación es puro movimiento y flexibilidad. La prueba la tenemos en los avances en relacionados con la psicología y la educación. Hemos dado la oportunidad a incorporar en nuestros hogares, familias, centros de trabajo socioeducativo, otra manera de educar avanzada a la época sociocultural actual. Porque hay que dar gracias porque aceptamos que hasta la cultura y lo social es cíclico y nos debemos de adaptar con ella.

Ahora creo que vivimos en un periodo de transición más bien hacia la educación de la consciencia, del respeto, del propósito y del valor. Nos debemos de agradecer que hemos escuchado esas voces de la intuición que nos decían que la educación que hemos recibido de pequeños necesitaba un cambio de 180º. Hemos las recientes generaciones, estamos apostando por implicarnos en el movimiento del cambio a una educación flexible, firme, que muestra su amabilidad y que confía en el poder de la comunidad. Damos las gracias por aquellas decisiones educativas de personas que nos ha permitido llegar hasta aquí para ahora replantearnos el querer hacerlo de manera distinta.

No es algo rígido. Es algo que se va adaptando a la etapa, al crecimiento de la persona. Educar en movimiento es también dejar que el niño o la niña siga su propio ritmo y movimiento. Respetar que el niño o la niña quiera vivir su propia vida dándole el movimiento que ellos desean. He visto en algún momento alguna circunstancia en la que la persona adulta de referencia se centra más en lo que está haciendo el niño dejando a un lado cómo se siente ese niño moviéndose así.

La educación es movimiento para dejar jugar a la niña a que explore todo lo que le rodea. No existe una acción más completa que el jugar. Enseñarle a jugar es enseñarle a vivir sus propias vivencias y experiencias dónde pueda aprender a tomar decisiones bien simples. Eso es movimiento. Eso es fluir. Eso es adaptabilidad.

Educar también es sentir nuestro cuerpo. Si estamos en movimiento sentimos el cuerpo y las emociones y cómo nos hace sentir determinados momentos y circunstancias. Si los enseñamos a vivir de esta manera, los enseñaremos a que ponga a su vida su propio ritmo. Es necesario para no educar en la rigidez. Sino para educar en la diversidad, en la adaptabilidad. Requiere que los adultos entendamos la vida de nuestro hijo, sobrina… desde su propia mirada ya que están creando su propia identidad con su mirada de juego, de experimentar y de movimiento. Todo lo que aporta la educación es desde el sentir.

¿Cómo estás tú a nivel corporal cuándo educa: calmada o en tensión? Eso da muchas pistas si estamos controlando la situación desde la rigidez y lo estático. O bien, si permitimos que otras soluciones posibles puedan tener cabida para que tu hijo actúe.

Feliz fin de semana.

Nos leemos.

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