Re-plantéate educar

Tiempo de lectura: 3 minutos

Quizás la forma en la que hemos sido educados ya no es funcional (a día de hoy) porque no ha ido evolucionando con nosotros. Gracias a la concienciación y avances en investigaciones educativas, hemos experimentado que sí es posible el no seguir reproduciendo conductas mal tratantes y violentas que hemos normalizado. Hemos despertado afirmando que necesitamos de otra educación basada en relaciones sanas, respetuosas y que sí les responsabilicen. Porque queremos relacionarnos así, conforme vamos creciendo nosotros y nuestros más peques. El adulto es quién puede hacer posible éste cambio de paradigma. Considero que estamos ante un cambio en educación familiar, ya que socialmente estamos apostando por otras formas de educar.

Primero, destacar  que dicho cambio comienza porque la persona adulta quiera primero cuestionarse cómo quiere vivir su vida asumiendo el rol de familia. Que se cuestione y le dedique tiempo a cómo quiere educar. Qué habilidades quiere emplear y qué quiere enseñar con ellas. Es importante que tenga su ruta de vida clara, cuestionándose la educación que ha recibido y cómo quiere seguir reproduciendo esa educación. Matizar que dicho proceso parte desde el respeto hacia la educación que sus padres le han brindado, pues han hecho lo mejor que han sabido y podido en dichas circunstancias. Porque no nos olvidemos, que educar en familia es hacerlo en base a nuestro propio aprendizaje, valores, experiencias y conocimientos. Alimentar ésta parte de nosotros para dar y dejar huella en el otro.

Conforme vamos creciendo cómo personas, vamos observando con nuestra propia experiencia que el crecer y pasar por diferentes etapas de vida también requiere el ir replanteándose cómo se quiere seguir caminando por la vida. Tú yo ha crecido junto a ti durante todas las etapas de tu vida. Tú experiencias del yo te han hecho ser lo que eres. La relación que tengas con los demás y con tu propia vida tiene que ver con tu propia educación. La educación que alimente el padre y la madre será la que le pueda enseñar a sus hijos. Si la vida está en continua evolución, también debe de hacerlo los pensamientos críticos de la propia persona. Tener el rol social de familia requiere adquirir el compromiso social de evolucionar y adaptarse a las nuevas circunstancias de la etapa de vida en la que se encuentre la persona a quién educa.

Es un compromiso que debe de tomar, siendo responsable con dos vidas a la vez: con la suya propia y con la de su hijo o hija. Porque no olvidemos que el protagonista referente de la vida de tu hijo o de tu hija eres tú. Eres la persona a la que quiere imitar y tomar como persona de referencia PARA SER. Por eso mismo, insisto que la persona familiar que asume dicho rol en el hijo o hija tenga el compromiso responsable de nutrirlo o nutrirla de experiencias positivas, buen trato, cariños y buenos límites.

Dicho proceso requiere de introspección. Ni es fácil. Ni es rápido. Y sí que requiere de autocompasión. Algo muy sencillo que sí puedes hacer, es consultar lecturas, publicaciones y escuchar a personas que sí apuestan por este cambio de crianza respetuosa. Por ejemplo, puedes seguir ésta newsletter para recibir esa información en educación «Del Buen Trato».

¿Apuestas por ser parte del cambio en crianza?

Deja un comentario